No soy quien busca en ti
un augurio a mi tenue búsqueda,
no pienso en ti como el olvido
que se escapa de mis manos
es mas, a veces buscando aquello
que nunca encontré, apareces tu sin apenas haberte conocido,
me has llenado ese vació
que solo deja la tristeza.
la mesilla que mil veces
acompaña mis largas noches de insomnio,
ese incomodo peregrinar en mi mente
de ti a mi otro lado
como si girando al despertar aterrido,
encontrara el calor de tus tibias manos.
Un número mas que añadir
cuando poco a poco el sol se va apagando,
cuando marchita la alegre flor que adorna
entre jazmines tu jardín.
Entre la selva, la estepa y el brillo de tu mirada,
te pido que me beses como si te robara,
como si el alma que te pido
nunca quisiera regresar,
como el calor de las brasas
al roce con la mar,
como la sangre que en mis venas
te ama y te amará.
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